ventajas o beneficios Facebook podría ser beneficioso para los niños con dislexia
Todos sabemos que Facebook es una fantástica herramienta para mantener el contacto con viejos amigos, conocer gente nueva o recibir la información que comparten las páginas de las que somos seguidores. A su gran lista de beneficios se une uno totalmente inesperado: Facebook sirve para ayudar a los niños con dislexia.
Owen Barden, un investigador de la Universidad de Liverpool ha publicado un estudio sobre el efecto que tiene Facebook en los jóvenes que sufren este problema.
Muchos padres pensarán que la red social es un mero entretenimiento que lo único que puede hacer es dispersar a los niños, pero lo que ha descubierto Barden es justamente lo contrario.
Los niños con problemas de lectura parecen no sufrir tanto al enfrentarse con los textos cortos de Facebook. Y parece que tampoco sufrían mucho al escribir: en estos dos aspectos brillaban mucho más en la red social que en el aula.
Parece que el no tener que estar en clase, sometidos al escrutinio de profesores y compañeros, los pequeños se sienten más seguros y realizan mejor estas dos tareas en Facebook. Y no solo eso: el rechazo que suelen sentir a los materiales didácticos no se producía en la red social. Es más, parece que los chavales amaban estar delante del ordenador relacionándose con los demás a base de escribir estados y pulsar ‘me gusta’.
Barden observó cinco áreas de mejora entre los estudiantes que utilizaron Facebook: cumplir con el plazo de entrega de deberes; incremento de la conciencia y el sentimiento de control sobre el proceso de aprendizaje, mejor control de las normas de lectura y escritura; y por último, tenían la sensación de que Facebook es una plataforma para dar y recibir ayuda cuando la necesitaran.
Este último punto es fundamental, ya que los niños con dislexia suelen sentirse tan frustrados que no solicitan ayuda, algo que no se daba cuando estaban disfrutando del invento de Mark Zuckerberg: pedían ayuda de forma natural.
Lo malo es que este estudio puede no ser representativo. Se realizó sobre un pequeño grupo de alumnos de una escuela de Liverpool, y no se evaluaron aspectos como el impacto del uso de Facebook en el hogar (los niños siempre estaban en el colegio) o demás factores.
Pero aún así, este podría ser el inicio de algo más interesante. Suena totalmente lógico que los niños no noten tanta presión en Facebook, y que lo que lean o escriban tenga más interés para ellos que lo que vean en clase, por lo que la red social puede ser una magnífica forma de ‘entrenamiento’ para luego enfrentarse a logros mayores, como un texto escolar o unos deberes.